domingo, 1 de junio de 2008

Ejercicios en mi ventana

Entro a mi cuarto para ponerme a hacer nada como de costumbre. Mi cortinas están completamente abiertas por lo que puedo ver el cielo estrellado y la ventana vecina. Puedo ver una escena un tanto extraña; veo a un sujeto con un afro haciendo ejercicios con los brazos con dos chavas de espalda hacia mí siguiendo sus instrucciones. Curioso.

"Un momento, ninguno de mis vecinos usa afro y mucho menos da clases de aerobics a mujeres. Algo no está bien aquí, será que..."

Voy hacia la puerta para prender la luz de la habitación. Lo sabía, la luz no enciende. En ese momento lo supe. Así que me concentre, le quite peso a mi cuerpo, mis pies se despegaban del suelo, me sentía tan ligero que temía por un momento dejar de existir.

Pero había un problema, todo se comenzaba a desvanecer. Todo se despintaba como una hoja pintada con acuerla fresca sumergida en agua. Todo se iba de manera radial, primero las orillas hasta quedar sólo un pequeño círculo en el centro donde podía ver mi cama sobre la alfombra.

Mis sueños lúcidos suelen degradarse tan rápido, son tan limitados, lo único que siempre alcanzó a hacer es flotar en el aire.

Definitivamente, los sueños más lúcidos que he tenido siempre los tengo cuando duermo en la tarde.

2 comentarios:

Iconnè dijo...

Mis sueños lúcidos son tan escasos como los elefantes en el amazonas u_u'...

¡Resucita este blog!

Iconnè dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.