domingo, 30 de diciembre de 2007

Un atardecer en la azotea

La azotea de la casa de mis abuelos, uno de mis lugares favoritos para estar donde puedo acostarme en esa vieja y alta hamaca que siempre te hace creer que de un momento a otro caera.

Bebiendo refresco y comiendo dulces como aperitivo, mientras escucho en una vieja grabadora algunos de mis viejos CD's que creo haber grabado en mis épocas de preparatoria, muchas canciones me traen recuerdos agradables de lo que me hacían sentir entonces, otras siguen siendo de mis favoritas pero las demás no les encuentro razón de ser, no entiendo porque me gustaban.

Miro al cielo y me pregunto cuantas personas lo están viendo junto conmigo y que pensarán aquellas personas y si el cielo estará ahí para siempre. Todo ese paisaje acompañado con todas las azoteas de la colonia donde destacan los tinacos. Esos tinacos negros y uno que otro de concreto gris.

Veo gente pasar bajo mis pies y me pregunto a donde irán o que pensarán ellas de mi al voltearme a ver solo algunos instantes. Quisiera tener una cámara fotográfica o de video para poder retratar todos esos instantes y poderlos compartirlos con alguien sin olvidar ningún detalle.

Quisiera por lo menos tener un trozo de papel y una pluma para tratar de dibujar todo eso, pero las encuentro inaccesibles y soy bastante peresozo como para bajar y buscarlos.

Mi prima me cuenta un montón de sus anecdotas y yo le comparto algunas de las mías y ambos concluímos que en esos momentos al atardecer en aquella azotea podrían ser muchísimo mejores.

2 comentarios:

Iconnè dijo...

Los tinacos grises suelen ser de asbesto, no de concreto. Es genial escuchar la música que antes nos gustaba porque inmediatamente recordamos el ambiente completo, no solo una imagen o una palabra... sino olores, colores, sabores, emociones, etc... Que bien que estés teniendo estos momentos. Yo solo he estado con Melissa y Galleta en el RO 8-)

Catriela Soleri dijo...

Justo de eso hablabamos vickie y yo hoy.

Sobre como evolucionan nuestro gustos musicales, y el gusto que da escuchar años después la misma música.

Como dice Lalo, rcuerdas todo, y es maravilloso revivir emociones.

Aunque al menos para mí, muchas canciones permanecen, y solo cambian las personas y los escenarios; a veces no puedo creer como sentir algo y a alguien distinto, con una sola canción.