martes, 18 de marzo de 2008

Historia sin propósito. Parte 1: Confusión

¿Porqué sigues poniendo ese letrero afuera de tu puerta? Ese que dice que no quieres que te pregunte como estás. Sabes que incendias mi curiosidad, sabes que quiero preguntarte cómo te va. Trato de ignorarlo pero lo tengo ahí frente.

¿Qué pretendes?

¿Sólo quieres molestarme?

¿O quieres llamar mi atención?

...

¿Qué tal si el letrero es para alguien más?

...

¿Entonces, estás tratando de dejarme en rídiculo?

Sea como sea, involuntariamente seguiré pasando por tu puerta. Sólo espero que a tus mensajes les pongas un destinatario para que así no puedas confundirme.


¿Quieres confundirme?

3 comentarios:

Poul dijo...

Sería bueno dejar de psasar enfrente de la puerta.

Iconnè dijo...

Poul, es imposible alejarse de esas puertas. Cuando estás lejos algo te llama y te dice que debes volver. No puedes hacer más que esperar y eso genera confusión, común denominador.

Neurona Master dijo...

Recuerda caballo, cuando Dios cierra una puerta abre una ventana